¿POR QUÉ NO LEEN NUESTROS ESTUDIANTES?

Posted on 12:59
"La escuela enseña a leer, pero los verdaderos lectores, aquellos que disfrutan realmente con la lectura, se forman en el ámbito familiar. Los padres y las madres son los responsables de crear el clima adecuado para fomentar el hábito de la lectura entre sus hijos e hijas implicándose a fondo en el proceso".

Hoy, queremos responder a la pregunta más común de los últimos tiempos: ¿Por qué no le gusta leer a mi hijo? Para ello, expondremos las cuatro razones que anuestro parecer nos llevan a tener hoy en día, chicos que definitivamente sí leen (porque la escuela tiene como objetivo enseñar a leer), pero no por placer, sino por obligación.

1° Razón: Se educa con el ejemplo.

Actualmente, los padres dicen a sus hijos: “Yo, a tu edad, leía mucho; ahora no tengo tiempo y veo televisión porque esta me relaja de las tensiones del trabajo”. Si esa afirmación fuera cierta, leerían también ahora, porque el que adquiere el gusto por la lectura no lo abandona jamás. Y el que dice no tener tiempo para leer es el que sólo leyó por obligación. El que siente placer por la lectura, así como el que siente placer por jugar tenis o por ir a la playa, siempre se dará el tiempo para hacerlo. Es fundamental que los niños y niñas vean que en casa se lee. Ésta es una recomendación tan elemental que no necesita explicarse demasiado: de padres y madres lectores, en general, surgen hijas e hijos lectores.

2° Razón: La lectura un medio de castigo.

Muchas veces cuando queremos castigar a nuestros hijos qué hacemos…les quitamos la televisión y los mandamos a leer a su cuarto, con lo que la televisión se transforma en el anhelo supremo y el libro en el objeto odiado. Los padres, en tanto, ven una película. El mayor atractivo de la televisión para un niño es que al mirarla, se iguala a los adultos que tiene a su lado; los libros, en cambio –los de colegio y los de cuentos– lo disminuyen y lo diferencian de ellos. Es absurdo echarle la culpa a la televisión de las carencias a nivel lector que presentan nuestros hijos, aquí el problema es que antes que los niños, somos los adultos los que no leemos y los que en vez de presentar la lectura como algo placentero, lo usamos como sanción.


3° Razón: Los cuenta cuentos están en peligro de extinción.

Pensemos qué es lo que hacemos cuando nuestro hijo(a) no quiere dormir…la respuesta en el 95% de los casos es la misma: prender la televisión.

Con el ritmo de vida que hoy se lleva se acabaron los contadores de cuentos junto a la almohada. Las nanas de hoy ya no cuentan cuentos porque a ellas no les contaron; los hermanos mayores, que cuidan a los más pequeños, ven alguna película en la TV o escuchan música rock, y no se les pasaría por la mente contar un cuento; las abuelitas de hoy son muy jóvenes y activas para acordarse de ogros y princesas atrapadas, y los padres trabajan mucho por lo que, en la noche, están tan agotados que lo último que harían es imaginar cuentos. Así que se acabaron las historias y con ellas los sueños infantiles poblados de bosques oscuros con lobos, de hadas color miel que vuelan entre las nubes, de hechiceras hirviendo brebajes con arañas y sapos, de príncipes montados en caballos que corren más veloces que el viento y de magos que se transforman a voluntad.

4. Las bibliotecas en casa son historia del pasado.

¿En cuántas casas hoy, por muy adinerados que sean sus propietarios, existe una biblioteca o por lo menos una pared con estantes dedicados a libros? ¿Cuántos de los niños que tienen hoy en su pieza un equipo de música, una televisión y un play station, tienen un lugar para los libros que no sean los textos de estudio del colegio? ¿Cuántos niños tienen hoy su propia biblioteca? ¿Cuántos cuentos le ha comprado a su hijo de manera libre y voluntaria? ¿Cuántas veces ha llegado usted del trabajo con un cuento de regalo para su hijo?...Antes, el libro tenía una presencia permanente y privilegiada en todos los hogares; hoy, sólo se compra por obligación y nuestros hijos lo saben.
En conclusión, mientras nuestros hijos perciban la lectura como algo impuesto, la abandonaran en cuanto les llegue otra manera de pasar el tiempo. Los niños, grandes imitadores, tienen que vernos ensimismados leyendo, para ellos entusiasmarse; nos tienen que escuchar referirnos a lo que hemos leído de modo tal que su curiosidad se avive y les dé ganas de descubrir ese mundo que nos ha hecho gozar. La pasión por leer se comunica, se alienta, se despierta, no se da como tarea. Para que los hijos lean, los padres tienen que leer primero.

Unos padres que gozan leyendo serán modelo para los grandes imitadores que son sus hijos. Sólo si llegamos a gozar de verdad con la lectura, seremos capaces de comunicar con fuerza a nuestros hijos el entusiasmo por leer. Y con ello les estaremos entregando mucho más que técnicas de conocimiento o cultura, porque como dice el escritor ruso Nabokov: “El encantamiento que produce un buen libro no llena un vacío emocional ni intelectual, sino que llena el alma”.

NAVES NEGRAS ANTE TROYA

Posted on 10:21
Rosemary Sutcliff narra en este libro la guerra de Troya, el más famoso conflicto bélico de la antiguedad. Definitivamente leer y comprender esta obra ha sido una tarea ardua para todos y cada uno de ustedes; sin embargo, creo que hoy puedo afirmar que todos son capaces de analizar, sintetizar, argumentar, opinar, enjuiciar y valorar la Ilíada y la Odisea y rescatar en ella la intervención valerosa de los héroes quienes muestran su entereza a pesar de conocer su sino (destino) anuciado sabiamente por el adivino Calcante; además de estar sometidos al capricho de los dioses (y vaya que eran caprichosos sino recuerden a Afrodita o Atenea) quienes juegan un rol decisivo en la batalla.
Hoy estás en condiciones de realizar un comentario (introducción - análisis de fondo y forma - conclusión). Asimismo, te agradeceré emitir tu voto teniendo en cuenta si la obra te resultó interesante - buena o aburrida.